Viernes
10 de febrero del 2012
Orar por otros
Oro por ti y te veo sano y completo.
Muchas veces durante Su ministerio Jesús se detenía y oraba por otros. Él conocía el poder de la palabra hablada y el efecto que la fe tiene sobre el espíritu, la mente y el cuerpo.
Cuando oro por otros, no necesito saber los detalles. Bien sea que la preocupación sea por salud, guía, orden divino, seguridad, prosperidad o cualquier otro deseo, mi oración es de afirmación y gratitud porque la respuesta ya está establecida. Sé que el espíritu de Verdad, el espíritu de Paz, el espíritu de Amor, toca a cada persona que mantengo en oración. La oración me mantiene receptivo para que el poder de Dios se exprese. ¡Qué bendición es el orar por otros!
Estaba Jesús orando en un lugar y, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar".--Lucas 11:1
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